Si bien el servicio de ayuda a domicilio reviste un cariz completamente profesional, ni las labores de cuidado ni el personal profesional implicado cuenta con el debido reconocimiento, al igual que ocurre en otros ámbitos feminizados relacionados con los cuidados. Debido a la imagen proyectada en la sociedad, ni siquiera el propio personal que se dedica a los cuidados se autopercibe como pieza imprescindible para garantizar la sostenibilidad de la sociedad actual. El personal dedicado a los cuidados está compuesto en su mayoría por mujeres que, además de carecer de un reconocimiento social suficiente, se encuentran con dificultades para ejercer su labor de manera satisfactoria, y las rémoras para la formación, la falta de los medios técnicos necesarios, la ausencia de acuerdos propicios y las jornadas de trabajo fluctuantes en función de los servicios son la tónica general. En un momento en que la puesta en valor del cuidado es una de las obligaciones de la sociedad, y aprovechando la importancia del cuidado en los servicios sociales en general y en el ámbito de la dependencia en particular, resulta imprescindible realizar estudios sobre el servicio de ayuda a domicilio y, más específicamente, sobre las condiciones y la cotidianeidad de sus profesionales. Es en ello donde el presente estudio realiza su principal aportación, con este análisis de casos realizados en el Estado español a través del análisis de la prestación del personal y de las condiciones de trabajo de sus profesionales en las diferentes comunidades autónomas.