Luces y sombras del modelo danés de atención domiciliaria

Este análisis del sistema danés de cuidados domiciliarios apunta a que el proceso de mercantilización del sector ha derivado en un deterioro de las condiciones laborales, pero no necesariamente de la calidad de la atención. De hecho, la libre elección de servicios parece gozar de amplio apoyo entre ciudadanía, personas usuarias y responsables municipales, los cuales han encontrado en esta fórmula mayores posibilidades para contener el gasto. Por otro lado, aunque no parece que la competencia entre proveedores haya incrementado claramente la satisfacción de las personas usuarias con el servicio sí parece haber aumentado la capacidad de las entidades proveedoras de detectar las necesidades, prioridades y expectativas de las personas usuarias. ¿Cuál sería, entonces, el balance del modelo danés? La autora no da una respuesta categórica. De una parte, ve positivo que el Estado mantenga la responsabilidad sobre los servicios y considera que una mayor flexibilidad permite reforzar la universalidad de la atención domiciliaria y adaptarla aún más a las necesidades de las personas usuarias. De otra parte, sin embargo, señala que la mejora de la capacidad de elección de las personas usuarias se alcanza a expensas de las condiciones laborales de los y las trabajadoras.