El modelo sueco de atención a personas mayores con dependencia, que tradicionalmente se ha orientado hacia la igualdad y la solidaridad, enfatiza hoy día la posibilidad de elegir el tipo de cuidados que se desea. El impulso de la individualización de los servicios y de la competencia entre proveedores de cuidados ha coincidido, además, con recortes en las políticas sociales -tendencias todas ellas observadas también en otros países de nuestro entorno-. En este contexto, el presente estudio se interesa por el grado de control que experimentan las personas mayores respecto a los cuidados domiciliarios que reciben. Si bien la satisfacción con los servicios es mayoritaria, las encuestas y entrevistas realizadas a las y los mayores cuestionan la visión simplista de las personas usuarias como consumidoras bien informadas que aplican una lógica de elección racional. La garantía de una atención verdaderamente individualizada que tenga en cuenta las necesidades y expectativas de las personas usuarias va mucho más allá de la libre elección, concluyen los autores, que resaltan la importancia de los vínculos personales entre mayores y personas cuidadoras y recomiendan mejorar las condiciones laborales del sector y flexibilizar los servicios.