Pese a que los datos son provisionales, al no haberse publicado aún datos oficiales específicos, España es uno de los países desarrollados más afectados por el virus y uno de los que muestra peores resultados en relación al número de fallecidos en residencias de mayores: entre marzo y agosto de 2020, al menos la mitad de las personas fallecidas en España con COVID-19 o sintomatología compatible, lo han hecho en estos centros que son la vivienda habitual de casi 277000 personas.