Se ratifica la tendencia positiva de la tolerancia hacia la población de origen extranjero en Euskadi

Si bien la mayoría de la sociedad vasca cree que en los próximos años aumentará la población extranjera, la tolerancia hacia la población de origen extranjero en Euskadi sigue creciendo, según el último barómetro de Ikuspegi.

En este informe, el Observatorio Vasco de la Inmigración Ikuspegi, recoge las percepciones y actitudes de la sociedad vasca hacia la población de origen extranjero. El estudio se basa en 600 encuestas realizadas en 39 puntos de muestreo y gracias a su periodicidad, permite conocer de esos datos en los últimos dieciséis años.

El barómetro aborda la presencia de las personas extranjeras, los efectos percibidos en la sociedad vasca, el acceso de esa población a servicios y derechos, los modelos de convivencia y espacios de relación, el mantenimiento de las pautas culturales, los estereotipos y la política de inmigración. Por último, este informe ofrece un índice de tolerancia de la sociedad vasca hacia la población de origen extranjero.

Para empezar, se analizan los principales problemas percibidos en Euskadi y en ninguna de las tres acepciones del concepto (problema personal, respuesta espontánea o sugerida) la inmigración es considerada entre los principales problemas, categoría en la que se encuentran cuestiones relacionadas con la economía, el empleo o con la salud. Por ejemplo, en la respuesta espontánea, la inmigración solo es un problema para el 6% de la población y en las respuestas sugeridas esa opción ha descendido 4 puntos desde el año pasado, situándose ahora en 5,7%. Aun así, el volumen de población extranjera percibido sigue siendo 8,2 puntos más alto que el real (en Euskadi, el 11,5% de la población es extranjera), cifra esta última que solo el 6,3% considera excesiva. Además, 8 de cada 10 personas encuestadas piensan que aumentará la población extranjera en los próximos 5 años y que llegará desde el Magreb, Europa del Este o África Subsahariana.

El estudio analiza también cómo afecta la inmigración a la economía, la identidad y la lengua o el bienestar, siempre en términos de percepción social. Se constata que, aunque una de las mayores preocupaciones esté relacionada con el ámbito económico y laboral, la idea de que la inmigración afecta de manera positiva a la economía sigue extendiéndose y se sitúa en el 77,6%, mientras que la percepción de que afecta negativamente disminuye. En cuanto a las cuestiones sociopolíticas o identitarias, en general, no se relaciona la inmigración con efectos negativos ni con el uso de la lengua, ni en la identidad vasca. Si se examinan los datos relacionados con el bienestar, se observa que también se mantiene la tendencia al alza, que comenzó en 2015, con la recuperación económica, de que las personas de origen extranjero tienen más efectos positivos que negativos en el bienestar. Por ejemplo, para el 71,5% de la sociedad vasca la inmigración puede tener un efecto positivo en el envejecimiento de la sociedad vasca.

Las percepciones sobre derechos y acceso a servicios también dan continuidad a la mejora registrada en años anteriores y, por lo tanto, sigue sumando puntos la idea de que todas las personas debemos tener los mismos derechos y obligaciones (80,7% de respuestas). Además, sigue aumentando la percepción de que determinados servicios deben tener carácter universal, también el que ha podido ser el más discutido, el acceso a la renta de garantía de ingresos (RGI), pues aumenta 2,6 puntos la idea de que debe ser para todas las personas y se mantiene en 11,9 puntos la idea de que debe ser solo para personas autóctonas.

Por otro lado, cabe destacar que, aunque las relaciones sociales y la convivencia se valoren de manera similar a los años anteriores y la población vasca sea favorable a la multiculturalidad por creer que la población inmigrante enriquece la vida cultural, el 77,7% de las personas encuestadas opinan que el mayor esfuerzo por la integración debería hacerlo la población inmigrante y el 48,7% consideran que la población inmigrante debería abandonar aquellos elementos de su cultura o religión que generen conflicto. Por último, el índice de tolerancia elaborado por Ikuspegi ha aumentado más de 3 puntos y se sitúa en 69,28 puntos. En consecuencia, se ratifica la tendencia positiva de las percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero.