¿Cuáles han sido los principales cambios producidos en las familias españolas en los últimos años? ¿Cómo se han adaptado a ellos las políticas familiares? En respuesta a estas dos preguntas, este estudio compara la situación de España con la de otros países de la Unión Europea y propone algunas pautas para la reforma de las políticas de familia.
Este informe de la OCDE trata sobre los cambios en las familias y la adaptación de las políticas sociales dirigidas a ellas. El documento comienza examinando las transformaciones en las familias y la respuesta de los diferentes niveles de gobierno, a través de políticas concretas; después, compara la situación española con las de los otros países de la Unión Europea (en varios capítulos monográficos); y finalmente, proporciona orientaciones para la reforma de esas políticas en España.
Los cambios en las familias tienen como causa una serie de transformaciones sociales más amplias, como el proceso de secularización, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo o la modificación de las leyes que regulan el matrimonio. Por ejemplo, es fruto de estos cambios la baja tasa de fertilidad española, que en 2018 fue la más baja de Europa y la segunda dentro de la OCDE, o el hecho de que haya aumentado el número de familias no tradicionales, como las que tienen hijos o hijas sin estar casadas, las monoparentales o las reconstituidas. Por el contrario, los lazos familiares siguen siendo fuertes en el país, y prueba de ello es la solidaridad intrafamiliar que emerge en cada crisis económica.
Un dato alarmante que recoge el informe es el alto nivel de pobreza infantil en España, que en 2018 afectaba al 19,3% de los niños o niñas, la proporción más alta dentro de los países europeos de la OCDE. En concreto, estos niños o niñas tienen dos veces más posibilidades de vivir en una vivienda en mal estado o tres veces más probabilidades de no comer fruta, verdura o proteínas todos los días. El informe explica que la situación laboral y la calidad del trabajo de los padres y madres son dos razones determinantes para explicar la pobreza infantil. Otra de las dificultades que afrontan muchas familias españolas es la precariedad laboral, especialmente agudizada después de las últimas crisis financieras. En el informe se señala, además, que el desempleo es mayor en mujeres cuando estas son madres.
El informe concluye que las políticas de familia en España son insuficientes, debido a los relativos bajos beneficios que reportan a la sociedad. Por otro lado, las políticas de familia se describen como fragmentadas, debido a que se han ido desarrollando a medida de las circunstancias, y por ese motivo, existen ciertas incongruencias en el acceso a ayudas o ventajas fiscales, y entre territorios. También se hace hincapié en reformar el actual marco legal estatal, para que incorpore los nuevos modelos de familia, como sucede en algunos marcos autonómicos. Reducir la pobreza infantil entendiendo los factores de riesgo e introduciendo medidas antes y después de pagar impuestos (pre-transfer y post-transfer). Además, se sugiere facilitar la conciliación a las familias con hijos/as, extendiendo los permisos remunerados durante la primera infancia, o ampliando las opciones de cuidado formal preescolar y extraescolar. Finalmente, se recuerda la necesidad de monitorear para obtener evidencias e incorporar un marco mediante el cual poder evaluar los costes y beneficios de las políticas.