Esta guía de la Organización Mundial de la Salud recoge evidencia y práctica para demostrar cómo el entorno contribuye a que las personas de más edad sean activas, prestando servicios y programas de actividad física vinculados a las necesidades, prioridades y objetivos de todas las personas mayores. Ofrece aproximaciones clave para promover y permitir que las personas mayores sean físicamente activas, donde no importa dónde vivan o si viven con capacidades intrínsecas, por ejemplo, y capacidades visuales o cognitivas o con condiciones crónicas, por ejemplo, diabetes, hipertensión y artritis.
La herramienta está pensada para ayudar a todos los países nacionales e subnacionales, especialmente a los países de renta baja y media con recursos limitados; e incluye estudios monográficos e instrumentos prácticos sobre países de todo el mundo. La actividad física regular puede ayudar a las personas mayores a mantener y mejorar su salud mental y su capacidad cognitiva, retrasar la aparición de la demencia y reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Además de mostrar dichas evidencias sobre la actividad física, recoge los factores propicios para su implementación efectiva.
Palabras clave
Personas mayores, Autonomía personal, Atención comunitaria, Intervención, Programas de promoción, Ejercicio físico, Campañas, Sensibilización, Efectos, Beneficios, Calidad de vida, Adaptación del medio, Entorno físico, Relaciones sociales, Experiencias, Recomendaciones